Escuchaba esta mañana en la radio a Joaquín Leguina afirmando que España es una “república coronada”. Esta contradictoria afirmación venía a cuento de lo sucedido ayer en el Congreso donde todos los diputados, a excepción de cuatro, del Parlamento tributaron un cerrado y caluroso aplauso, que comparto, al monarca, para demostrar el apoyo a la Corona en tan delicado momento. Y venía a cuento, más concretamente, de la actitud de Cayo Lara ante este hecho.
28 diciembre 2011
¿Porqué el Rey?
No diré que la Monarquía no sea un sistema anacrónico en estos tiempos, pero la nuestra, Parlamentaria, está bastante alejada de aquéllas, absolutas, que estudiábamos en el instituto.
24 diciembre 2011
Esto se acaba.
Se suele decir que aquello que no te mata te hace más fuerte; esté año estoy como Hércules (el de Alicante no, el otro). Sí, llega el tiempo del balance anual. Personal, claro. Ahora no nos audita Hacienda sino nosotros mismos. A veces es peor. Examinar qué de bueno y malo nos ha traído el año, y cómo nos hemos comportado con respecto a todo y a todos.
Entre las cosas buenas dos muy importantes: la marcha de Zapatero y la promesa de Lucía Echevarría de no escribir más novelas. Entre las malas, la disipación de Leire Pajín. Aunque creo que Ana Mato irá por carriles similares.
Como siempre empecé el año con voluntad de bien, y como casi siempre lo termino con tolerancia hacia lo malvado. Flaubert decía que el presente se nos escapa porque el futuro nos obsesiona y el pasado nos encadena. Así que año tras año uno hace aquello que padece.
08 diciembre 2011
Una @ de Igualdad.
He decidido hoy perder un ratito de mi tiempo en leer un documento de 140 páginas que lleva por pomposo, rimbombante y redundante título el siguiente: “Mujeres y Hombres por la igualdad. Guía de Sensibilización y Formación en Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres”. Simple, como bien se ve. Quiero hacer notar algo que ya he observado en otros documentos de este jaez: si se copia y se pega en un archivo de Word y se le quitan dibujos y espacios y se le asigna un tipo de letra y tamaño normal, por ejemplo “Times New Roman”, 12 pt, esta monumental obra de 140 páginas queda por debajo de 30, y como digo se puede leer, si uno es un poco estreñido, en una entrada al retrete, que además el documento aligerará.
10 noviembre 2011
Erecciones Generales.
Me han dicho que estamos en campaña electoral. Ya mismo es la fiesta de la democracia, ¡qué alegría!, sólo nos faltarán unos chupitos para que sea una auténtica fiesta.
De entre todas las soplapolleces, sí, so-pla-po-lle-ces, que veo y oigo, solo ha habido una que me ha conmovido: Rajoy insinúa que podría cambiar la ley para que se fume en algunos bares. Una insinuación no es suficiente para votar; lo siento Mariano. Como soy español y andaluz sólo votaré al Senado porque se presenta un buen y capaz amigo, que además se lo curra como nadie. Los demás,…, a pelarla.
18 octubre 2011
Aerofagia.
¿Cómo remover a los muertos en sus tumbas? No, no voy a hablar hoy de la memoria histórica. Voy a hablar de esa melonada llevada a cabo en San Sebastián y que han llamado Conferencia de Paz. Naturalmente he leído el comunicado emitido por los conferenciantes al dictado de ETA. Ya en el primer párrafo yerran el tiro, al denominar las acciones terroristas de ETA sobre España como “confrontación armada”. Y con unos postulados muy próximos a ETA afirman que se puede alcanzar una “paz justa y duradera”. En el primer punto del comunicado “se llama” a ETA a realizar una declaración de “cese definitivo de la actividad armada” (supongo que se refieren a los asesinatos, secuestros, etc.), y que pidan dialogar con España (“este país”) y Francia (“ese país”) “exclusivamente” -¡exclusivamente!- sobre las “consecuencias del conflicto”. Y en el punto 2 “se insta” a los gobiernos español y francés a que, en caso de que se realice esa declaración, le den la bienvenida e inicien conversaciones para tratar “exclusivamente” -¡¡exclusivamente!!- sobre las consecuencias del conflicto.
03 octubre 2011
Alucino, vecino.
Comienzo con una buena noticia; he visto, en estos días, con verdadera satisfacción, que Pérez Tapias ha pedido su reingreso en la Universidad de Granada, desde donde estoy seguro que podrá hacer más y mejor por la sociedad española que desde un escaño en el Congreso, donde yo particularmente no he entendido ni desde luego apreciado su labor. La Universidad de Granada está de enhorabuena.
Continuo con una confesión; no mía, no. He visto en “El País” un breve reportaje de Roman Polanski en el que dice que se arrepiente: “Sí, sí, naturalmente,…, pero de eso ya hace 34 años… Claro que me he arrepentido” […] “Yo ya estuve en la cárcel y cumplí mi condena”. Se refiere al asuntillo aquel de la violación de una chiquilla.
El viaje a ninguna parte. Fernando Fernán Gómez, 1986.
¿Qué es la agonía? A esta pregunta se dedica la película. Agonía de una profesión y de sus gentes, agonía de un modo de ver la vida, que se extingue. El anacronismo que supone el cómico de la legua en la época de la expansión del cine; esa genuina lucha por la vida que es no comer si uno no trabaja un día; esa, en fin, agónica falta de espacio para una profesión que muere de muerte natural.
La tristeza y el hambre que refleja la película tienen el telón de fondo de la posguerra y de la meseta castellana, espléndidamente fotografiada por José Luis Alcaine. Destacaría la profunda humanidad que transmite. La crudeza que nos muestra nos enfría el corazón. Y sin embargo, simultáneamente, nos ofrece una esperanza, una ilusión permanente; la del día a día.
30 septiembre 2011
El hombre tranquilo (“The quiet man”). John Ford, 1952.
¡Impetuosa!, ¡homérica! Qué tiene esta película que 60 años después de ser rodada mantiene toda su frescura. Posiblemente sea una de las mejores historias de amor del cine. Amor a Irlanda, a su paisaje y a sus gentes, amor entre Wayne y O’Hara. La sensibilidad de Ford en los planos y secuencias de esta película es realmente impresionante; el detallismo con que nos muestra los sentimientos del tranquilo Thornton y la irascible Mary Kate; el recurrente tema fordiano del hombre en busca del hogar, del hombre en busca de redención; la nostalgia de Irlanda, del origen,… Al igual que otras muchas películas de Ford ésta comienza con la llegada del protagonista al lugar donde se desarrollará la acción. Innisfree es un lugar donde el tiempo parece detenido y donde la represión inunda la costumbre. Un lugar que será un bálsamo para Wayne, y para nosotros.
26 septiembre 2011
El árbol de la vida (“The tree of life”). Terrence Malick, 2011.
Aburrimiento sideral, sopor cósmico, …, son expresiones que describen adecuadamente mis sensaciones en la sala mientras veía este despropósito de considerables dimensiones perpetrado por el siempre inconmensurable Terrence Malick. Conozco y aprecio el cine de Malick, pero he de decir, con la mano en el pecho –esta vez en el mío-, que el pasado sábado me hizo, como el matrimonio, conocer el infierno.
Lo peor del caso no es esto; lo peor es que el domingo por la mañana, sintiendo aún gravemente herida mi sensibilidad intelectual cometí un error más. Fui a buscar reparación emocional en la despiadada crítica cinematográfica y me he encontrado no ya herido, sino insultado.
21 septiembre 2011
Seriedad, transparencia y otros cuentos chinos.
En términos generales tenemos una clase política de bajo nivel que ha ido pervirtiendo la integridad de las administraciones públicas. Y es quizá esa percepción, ya mayoritaria, la que nos debería reconducir a una renovación del contrato social. Parece que hoy se aplica el concepto de “dinamismo” a todo, la calidad, la prevención, la seguridad, menos al Contrato Social que se muestra estático. Plantear una reforma constitucional sin consultar a los ciudadanos es una forma de eludir ese Contrato Social. Nuestra Constitución tiene ya más de 30 años, y como la gran mayoría de españoles de esa edad está en el paro; un gran número de personas, ciudadanos, con derecho a voto y obligaciones legales se la han encontrado así; nunca han votado por ella, nunca han tenido la opción de pronunciarse. Ahora también se hurta ese derecho. A nuestra clase política le encanta hablar de diálogo y consenso, pero no va más allá de una charla de bar.
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