Ha dicho Bárcenas que “por
delicadeza, no contábamos billetes delante de los donantes”. Lo entiendo
perfectamente: se puede ser un sinvergüenza y un ladrón y pretender, sin
embargo, mantener el trato y porte de un caballero.
Nuestro Presidente está expuesto en
el cepo, y desde tan incómodo lugar y posición difícilmente podrá atender a
nuestros asuntos, que no son suyos -a ver cuando nos vamos enterando todos-,
con la debida diligencia, seriedad y dignidad. Soy de los muchos que piensan
que este asunto, el asunto Bárcenas, pone en riesgo no ya la estabilidad del
Gobierno sino la del Estado.
Afirma nuestro cuestionado
Presidente, Don Mariano Rajoy Brey, que “España es una democracia seria”.
¡¡¡Meeeeeccc!!! ¡Tiro al palo!. Si lo fuera él ya habría comparecido en el
Parlamento, que para eso está, a dar una explicación y tranquilizar a los
ciudadanos sobre la cuestión de sus, y de otros, cobros en B.
Aquí, la costumbre es que el que
manda habla cuando le pasa por las narices. Que el Gobierno de España esté
amenazado por el asunto Bárcenas, que cada día tiene mayores visos de
verosimilitud, y que el Gobierno de España se niegue dar una explicación sobre
esto es claramente poco serio, como mínimo. Los ataques de dignidad de la Cospe
casan mal con los SMS de Mariano.
Miguel Angel Rodríguez, el piloto
dopado, tiene, mientras tanto, la desfachatez de llamar “hipócrita” a la
sociedad por el asunto de los sobresueldos del PP. ¡Hombre, MAR!, quizá la
sociedad sea hipócrita, pero no tengo duda de que tú mereces un calificativo
algo más grueso y consistente.
Si bien es cierto que Bárcenas
tiene más peligro que una suegra estudiando brujería, no lo es menos que las defensas
del Gobierno, puesto que esto trasciende ampliamente los límites del Partido
Popular, son, por el momento, inexistentes, al no darse por aludidos, y dejarlo
todo en manos de alguien que está en los arrabales del Gobierno de la Nación:
María Dolores de Cospedal. Ella, siempre según Bárcenas, perceptora de dinero
del PP y su marido, Ignacio López del Hierro, donante de fondos para el
partido.
Afortunadamente el exvicepresidente
Rubalcaba plantea presentar una moción de censura por la “dignidad del
Parlamento”. Esto sí que es una novedad: un político de postín, que ha tenido
mando, y mucho, preocupándose de cosa tan inasible como la dignidad del
Parlamento, en franca reclamación de higiene democrática, higiene democrática
que, por cierto, le preocupa notablemente menos en el caso de las Primarias de
su partido en Andalucía. Cosas veredes…
Siempre he procurado no odiar en plural, pero lo cierto es que entre la
Gurtel, Bárcenas, Noos, Palau, Invercaria, ERE’s, y montones de casos más, en
los que todos los partidos están implicados, me empiezan a poner difícil
mantener ese criterio.
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