Hablamos de libros, cine, política, y cualquier otra cosa que se me ocurra. Como todo blog que se precie hay citas y chistes, muchos chistes. Puedes divertirte o indignarte, dos cosas que siempre están de moda.
Hablamos de libros, cine, política, y cualquier otra cosa que se me ocurra. Como todo blog que se precie hay citas y chistes, muchos chistes. Puedes divertirte o indignarte, dos cosas que siempre están de moda.
Unamuno
ResponderEliminarEs asombroso cómo, en cuanto se nos toca a los españoles cualquier dato de la república o la tenebrosa guerra incivil, aparecen las ideologías y empiezan las calificaciones...
Creo que Unamuno, Ortega, Marañón y toda la larga lista de genios que produce España como si fueran hongos, están tan por encima de esas pueriles discusiones partidistas que, si tuviéramos verdaderamente en cuenta su pensamiento, mejoraríamos todos un poco, por ejemplo con la frase de Marañón, republicano integral, cuando al empezar la república exclamó: "No es eso, no es eso". La de Ortega cuando dice: Decir que se es de derechas o de izquierdas, es otra manera de ser tonto. No hay que tener ideologías. Hay que tener ideas.
Y en la famosa alocución de la Universidad de Salamanca, cuando Unamuno le espetó a la cara del temible Millán Astray una serie de verdades de a puño, destacaría su frase: “A veces, quedarse callado equivale a mentir”, o cuando contestando al grito de: “Muera la inteligencia, viva la muerte”, termina su discurso: «¡Este es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis, porque para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho».
Personalmente, repito con frecuencia su frase: Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.
Ni aunque lo hubiera escrito yo mismo podría estar más de acuerdo con lo que dices, Enrique. Suscribo hasta el último punto.
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