Esta película gira entorno a una violación y un asesinato por “envenenamiento de plomo”. El abogado Paul Biegler se hace cargo de la defensa y en primer término debe conseguir una percha legal donde colgar la argumentación. “Un asesinato se defiende de cuatro formas. Número uno, no fue asesinato, fue suicidio o accidente. Número dos, usted no le asesinó. Número tres, estaba justificado, lo hizo para proteger su hogar o fue en defensa propia. Número cuatro, matarlo puede excusarle”. Cuando su defendido dice que “debía estar loco cuando cometió el crimen” encuentra la percha que necesita: la locura transitoria.
20 enero 2010
19 enero 2010
Malditos bastardos ("Inglourious basterds"). Quentin Tarantino, 2009.
"Érase una vez... en la Francia ocupada por los alemanes de 1940". La película empieza maravillosamente, con el tema “The green leaves of summer”, compuesto por Dimitri Tiomkin, tema musical de “El Alamo” (John Wayne, 1960). Y de ahí a Ennio Morricone. Desde el principio nos informan de que vamos a ver una película a ritmo de western. Vale, esto me empieza a interesar.
El comienzo me hace recordar “Centauros del desierto”. Algunos, lo sé, me dirán que soy un exagerado y que veo Centauros por todas partes, pero la masacre de una familia y una niña que sobrevive…, en fin, no insisto.
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