30 septiembre 2011

El hombre tranquilo (“The quiet man”). John Ford, 1952.

¡Impetuosa!, ¡homérica! Qué tiene esta película que 60 años después de ser rodada mantiene toda su frescura. Posiblemente sea una de las mejores historias de amor del cine. Amor a Irlanda, a su paisaje y a sus gentes, amor entre Wayne y O’Hara. La sensibilidad de Ford en los planos y secuencias de esta película es realmente impresionante; el detallismo con que nos muestra los sentimientos del tranquilo Thornton y la irascible Mary Kate; el recurrente tema fordiano del hombre en busca del hogar, del hombre en busca de redención; la nostalgia de Irlanda, del origen,… Al igual que otras muchas películas de Ford ésta comienza con la llegada del protagonista al lugar donde se desarrollará la acción. Innisfree es un lugar donde el tiempo parece detenido y donde la represión inunda la costumbre. Un lugar que será un bálsamo para Wayne, y para nosotros.


26 septiembre 2011

El árbol de la vida (“The tree of life”). Terrence Malick, 2011.

Aburrimiento sideral, sopor cósmico, …, son expresiones que describen adecuadamente mis sensaciones en la sala mientras veía este despropósito de considerables dimensiones perpetrado por el siempre inconmensurable Terrence Malick. Conozco y aprecio el cine de Malick, pero he de decir, con la mano en el pecho –esta vez en el mío-, que el pasado sábado me hizo, como el matrimonio, conocer el infierno.

Lo peor del caso no es esto; lo peor es que el domingo por la mañana, sintiendo aún gravemente herida mi sensibilidad intelectual cometí un error más. Fui a buscar reparación emocional en la despiadada crítica cinematográfica y me he encontrado no ya herido, sino insultado.

21 septiembre 2011

Seriedad, transparencia y otros cuentos chinos.

En términos generales tenemos una clase política de bajo nivel que ha ido pervirtiendo la integridad de las administraciones públicas. Y es quizá esa percepción, ya mayoritaria, la que nos debería reconducir a una renovación del contrato social. Parece que hoy se aplica el concepto de “dinamismo” a todo, la calidad, la prevención, la seguridad, menos al Contrato Social que se muestra estático. Plantear una reforma constitucional sin consultar a los ciudadanos es una forma de eludir ese Contrato Social. Nuestra Constitución tiene ya más de 30 años, y como la gran mayoría de españoles de esa edad está en el paro; un gran número de personas, ciudadanos, con derecho a voto y obligaciones legales se la han encontrado así; nunca han votado por ella, nunca han tenido la opción de pronunciarse. Ahora también se hurta ese derecho. A nuestra clase política le encanta hablar de diálogo y consenso, pero no va más allá de una charla de bar.

Y hablando de charlas de bar, …, no viviremos años suficientes para agradecer, en estos tiempos de profunda crisis, el exceso de trabajo que un nutrido grupo de intelectuales

14 septiembre 2011

Georg Christoph Lichtenberg: "cuando los que mandan..."

Georg Christoph Lichtenberg: "cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto".

13 septiembre 2011

El origen del planeta de los simios (“Rise of the Planet of Apes”). Rupert Wyatt, 2011.

Contento. Así es como salí del cine. Contento al pensar que esta película no es española, y que, por tanto, ni el Ministerio de Cultura, ni el ICO, ni la Consejería de esto o lo otro, ni Canal Sur, ni nadie de “este país” (¿a que parece que me estoy haciendo progresista?) ha puesto un puñetero duro para realizar esta bazofia de película.




09 septiembre 2011

De campaña.

Los que hayáis tenido la santa e infinita paciencia de leer algunas de mis notas -os recomiendo todas; son elegantes, incorrectas e inteligentes- os habréis enterado de que he sido, desde muy joven, ávido lector de filósofos clásicos, amén de otras mil cosas perversas y viciadas. Tengo un hermano que, ya desde muy jóvenes, me decía que tanto libro me dañaría la cabeza. Y, en ciertos, bastantes, aspectos, ha tenido razón. Algunas de mis ideas, inflamadas, se han convertido en chichones. Si viviéramos en una biblioteca me iría mejor, pero no es así; y, bueno, tampoco está mal. A lo mejor, por eso veo las cosas de otra manera.

“Moby Dick” comenzaba con “llamadme Ismael”. Todos, más o menos, recordaréis el contenido de la novela: la lucha de ZP contra los mercados con Pe Punto por testigo. ¡Ah, no!, la de Ahab contra la ballena blanca, con Ismael para certificar la defunción de su jefe. Casualidades político-novelescas.


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